En estos tiempos estresantes y surrealistas, es comprensible que los CEOs se centren en prioridades corporativas urgentes en detrimento de consideraciones más intangibles y personales. Pero, ¿qué tan importante es que las personas reflexionen sobre su "propósito en la vida" cuando se preocupan por su bienestar y la supervivencia corporativa? Más importante de lo que se piensa. Durante las crisis, el propósito individual puede ser una guía que ayude a las personas a enfrentar la incertidumbre, mitigando así los efectos dañinos del estrés a largo plazo.
La Importancia del Propósito Individual
La investigación durante la pandemia revela que aquellos que dicen "vivir su propósito" en el trabajo informan niveles de bienestar cinco veces más altos y están cuatro veces más comprometidos. Además, las personas con propósito viven vidas más largas y saludables, con estudios que demuestran una disminución del 15% en el riesgo de morir en la próxima década.
Beneficios para las Organizaciones
El propósito individual también beneficia a las organizaciones. Contribuye a la experiencia del empleado, vinculándose con niveles más altos de compromiso y bienestar. Los empleados con un propósito alineado con sus trabajos tienden a ser más productivos y superar a sus pares. La correlación positiva entre el propósito de los empleados y el margen de EBITDA de la empresa respalda la idea de que el propósito no es solo un beneficio personal, sino también una ventaja competitiva.
El Papel de los CEOs
Ante este panorama, los CEOs y ejecutivos deben prestar más atención al propósito individual a medida que las empresas retornan a la operación. Los empleados buscarán cumplimiento psicológico en el trabajo, y las interacciones laborales que antes tenían significado pueden perderlo en el entorno virtual. Es crucial que los líderes guíen a sus equipos en la exploración y articulación del propósito individual.
Tipos de Propósito
Nuestra investigación identifica nueve tipos de propósito, desde valores humanos básicos hasta aspiraciones personales. El propósito individual no es estático y puede evolucionar, especialmente en respuesta a eventos de cambio de vida. Entender estos tipos es esencial para conectar el propósito individual y organizacional, un aspecto clave del rol del CEO como arquitecto organizacional.
Iniciar la Conversación
Durante las crisis, los líderes efectivos son fuentes importantes de confianza, estabilidad y significado. Iniciar conversaciones abiertas sobre el propósito ayuda a comprender las tensiones y preocupaciones de los empleados. Estas conversaciones, en lugar de ser simples chequeos de proyectos, deben ser oportunidades empáticas para comprender y apoyar las necesidades de los empleados.
Auditoría de Propósito
Realizar una "auditoría de propósito" puede ser útil. Alentar a los empleados a reflexionar sobre cómo su trabajo se integra en el panorama general, utilizando los nueve tipos de propósito como punto de partida, puede revelar barreras y oportunidades para vivir el propósito más plenamente.
Acciones Concretas
Líderes y organizaciones pueden tomar medidas concretas para activar el propósito individual. Desde pausas regulares dedicadas al propósito hasta diseñar roles que permitan la expresión del propósito, hay oportunidades para integrar el propósito en la experiencia del empleado. Reconociendo que cada individuo es único, adaptar proyectos, apoyo y comunicación a las necesidades y valores individuales es clave.
Construyendo un Futuro Guiado por el Propósito
Mientras la crisis actual pone a prueba el liderazgo, el verdadero desafío con el propósito comienza cuando la crisis inmediata se desvanece. Integrar y activar el propósito individual requerirá esfuerzo y compromiso. Conectar el propósito a áreas como reclutamiento, incorporación, retroalimentación y gestión del rendimiento contribuirá a construir una cultura donde el propósito no solo es un beneficio personal, sino una fuerza impulsora de la excelencia empresarial.
En tiempos inciertos, aquellos que pueden derivar energía y dirección de un propósito individual resistirán con más resiliencia y se recuperarán mejor después. Las empresas que integren y activen el propósito individual en la experiencia del empleado cosecharán beneficios, asegurando que el talento se considere como la prioridad que merece.